¿Puedes darle a tu perro restos de la barbacoa?

Es muy tentador. Has disfrutado de una buena barbacoa, tu perro te observa con una mirada implorante, hay algunas sobras... ¿Le das las sobras, o mejor no?

Es muy tentador. Has disfrutado de una buena barbacoa, tu perro te observa con una mirada implorante, hay algunas sobras... ¿Le das las sobras, o mejor no?

Debes prestar atención cuando quieras darle a tu perro algunas sobras de la barbacoa. No siempre son tan inocentes como parecen. Por un lado, son auténticas bombas de calorías y, por otro, pueden ser realmente picantes por las hierbas y muchos aceites que se utilizan. También pueden provocar diarrea.

Todos sabemos lo mucho que les gusta a los perros roer un hueso bonito y jugoso. Hay que tener en cuenta que los huesos de, por ejemplo, pollo, conejo o cordero se astillan con más facilidad; de este modo, sus dientes y muelas podrían resultar dañados. Las astillas afiladas también podrían causar una perforación gastrointestinal. Así que lo mejor sería mantener a tu perro alejado de estos huesos. De este modo, puedes ahorrarle a él y a ti mismo un montón de problemas.

Asegúrese de apartar todos los pinchos, porque pueden ser muy peligrosos para los perros y también podrían perforar los intestinos.

Cuando sospeche que su perro ha ingerido un hueso o un pincho, póngase en contacto con su veterinario lo antes posible.