1. ¿Comprar una cobaya? ¡Mejor comprar dos!
Las cobayas son animales sociales que viven en grupo en la naturaleza. En otras palabras, cuando están solas en una jaula, las cobayas son infelices y se marchitan, a diferencia de los hámsters sirios. Por tanto, ¡tenga siempre un compañero! Dos machos o dos hembras suelen convivir perfectamente. .
2. Adquiere los artículos necesarios
En cuanto a la comida, sólo necesitas un comedero y una botella para beber. También puedes poner agua en un bebedero de loza pesada. Asegúrate de comprar comida especialmente elaborada para tu cobaya: sólo así te podrás asegurar de que tus mascotas adquieran todos los nutrientes necesarios (incluida la vitamina C).
3. No a todas las cobayas les gustan los mimos
La mayoría de las cobayas son simpáticas y agradables de tratar. Pero cada una tiene también su propio carácter. Hay cobayas inteligentes, cobayas que se vuelven locas, cobayas tranquilas, cobayas cariñosas, cobayas ariscas, etc. Por lo tanto, es muy posible que acabes teniendo una cobaya a la que no le guste acurrucarse.
En cualquier caso, ten cuidado al manipular una cobaya. Son, en el sentido literal de la palabra, muy frágiles. Si se caen -incluso desde un sofá- pueden romperse una pata, una costilla o la espalda.
4. A las cobayas les gusta vivir en espacios amplios
Especialmente cuando son jóvenes, las cobayas pueden ser sorprendentemente activas. Por eso es importante comprar una jaula espaciosa, en la que pueda jugar y dar vueltas. Siga nuestros consejos para comprar una jaula ideal. Además, adquiere una casa de madera para que tus peludos amigos puedan descansar o dormir... o roerla para afilar sus siempre crecientes dientes..
5. Encuentra un buen veterinario con antelación
Tarde o temprano tendrás que hacer una visita al veterinario con tu cobaya. Diarreas, abscesos, problemas dentales, corte de uñas... Elige con antelación un veterinario que conozca bien a las cobayas. La mayoría de los veterinarios están especializados en perros y gatos. No existe una formación específica para roedores, pero la experiencia es un buen maestro.