Normalmente, su gato adulto defeca una o dos veces al día, en la bandeja sanitária o en el exterior. Un gatito hará sus necesidades más frecuentemente. Sin embargo, ¿su mascota va de repente a la bandeja o al exterior con mucha frecuencia? Entonces su gato o gatito puede estar sufriendo diarrea. ¿Qué ocurre entonces?
Los gatitos son más susceptibles a las infecciones que los gatos adultos. En consecuencia, los gatitos pueden contraer diarrea con más facilidad que los gatos adultos. Lo mejor es consultar a su veterinario para un tratamiento y diagnóstico adecuados. Hágalo rápidamente, porque la diarrea aguda también puede ser peligrosa.
Tu gatito puede haber adquirido diarrea debido a comida en mal estado, virus o parásitos, pero también porque ha cambiado de comida. Para evitar la diarrea aguda, cambia gradualmente: dale cada vez más del nuevo alimento y cada vez menos del antiguo. Evitar una transición no es una opción: los animales en crecimiento, en particular, deben recibir una alimentación equilibrada y adaptada a sus necesidades.
Todos los gatos adultos también tienen de vez en cuando diarrea. Puede ser una reacción corporal natural a algo que no pertenece al cuerpo del gato. Una vez más, lo mejor es ponerse en contacto inmediatamente con el veterinario para un diagnóstico y tratamiento correctos.
Asegúrese también de que su ronroneante compañero beba lo suficiente cuando tenga diarrea. Al fin y al cabo, cuando esto ocurre tu mascota pierde mucha agua y sales. Además, su animal debe comer todos los días. De lo contrario, el gato tendrá el hígado graso, lo que hará que el animal tenga aún más náuseas y esté más enfermo.
También hay que proporcionar suficientes bandejas sanitárias limpias para que tu gato no haga sus necesidades fuera de la caja. Y piensa en tu propia salud, si limpias la caja o ayudas a tu gato. Algunos agentes patógenos de la diarrea de su gato son contagiosos para los humanos. Lávate bien las manos después.
También hay que examinar la calidad de las heces de su gato o gatito. ¿Son muy líquidas? ¿Contienen sangre o mucosidad? ¿Su gato parece enfermo, está deprimido, tiene una temperatura corporal elevada o no quiere comer ni beber? Si detectas alguna de estas cosas, es hora de buscar atención médica para la diarrea del gato o del gatito. ¡Visite a su veterinario!